Lo que voy sintiendo

Como cada mañana a las 5 me despierto y con una paz que me esta siendo reconocida me ducho y me preparo mi cortado. Se que es parte de mi diario asistir al chanting de las 6. Desde el balcon veo como ya los monjes comienzan a llegar al Templo. El gong comienza a sonar en el aviso que la hora esta pronta. Bajo 5,50 pues me da tiempo de saludarlos hasta la llegada del Principal y del Rinpoche. La alegria de este encuentro matutino es maravillosa... sonrisas por donde mires, bostezos complices entre los mas pequenos y el momento de entrar al Templo llega exactamente a las 6 en punto. Me ubico en la tercera fila frente a Mr. Kunga pues me encanta ver como mira todo y a todos! El hombre que en su corazon sintio que convertir este Templo budista era posible tiene tiempo, energia y ganas para continuar con esta obra de infinito amor y caridad. Nuestra mente occidental y siempre suspicaz descree, se coloca en lugares de dudas y absoluto desconocimiento pero a medida que los dias pasan ves la transparencia y claridad con la que viven... nada que ocultar, puertas abiertas para quien quiera mirar... y mas aun para quien como yo pregunta. Todo es como debe ser... entre ellos el respeto poco tiene que ver con el ejercicio de la autoridad que fiscaliza sino que comprende y esta. La verdadera hermandad del que practica y cree con convencimiento y no por obligacion. Despues de 120 minutos de continuos chantings y oraciones llega el momento del desayuno... simple y esperado pues desde el almuerzo que en esta Puja no les es permitido comer para lograr asi una conexion mas pura y plena. Un chapatti, un te nepales con Manteca y un tazon de arroz son mas que suficientes para comenzar la jornada. Abro mis ojos y me doy cuenta que el tiempo paso y ya estan comiendo. Los observo con respeto y me retiro a mi cuarto. Sin buscarla la ansiada meditacion llego a mi... Estoy y sigo en el intento que no es poca cosa! Namaste! Saraswoti Nath